Consiste en una alteración en la queratinización que aparece principalmente en la barbilla del gato, aunque también se puede encontrar en los labios.
Se presenta en forma de comedones (puntos negros) en esa zona donde predominan las glándulas sebáceas.
Un factor predisponente es la falta de higiene por parte del paciente que casi siempre va unido a otra patología que le impide acicalarse.
A veces puede desembocar en una pioderma con formación de pústulas (granos) y foliculitis.
El tratamiento consiste en limpieza con antibacterianos del mentón. También se puede utilizar alcohol diluido para realizar los lavados.